“(…) más los malos hombres irán de mal en peor, engañando y siendo engañados”. (2ª Timoteo 3:12) “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Apocalipsis 2:2) Hace una buena temporada que me retiré de este tipo de plataformas, porque mis palabras dejaron de saberse conscientes de mis pensamientos, y mis pensamientos atestiguaban mi soberana falta de preparación cognoscitiva, por lo que ante el temor de caer en reduccionismos, criticismos y ejercicios soberanos de prepotencia o ignorancia autosatisfecha, quise apartarme y reflexionar solo, en silencio o con personas conocidas y allegados, fuente máxima de sabiduría, más que cualquier libro, más que cualquier discurso pronunciado por x o y erudito. Entretanto, el tiempo que no dedico a la carrera universitaria que desempeño, lo invierto a la detenida observancia del com
Pensamientos para unos de poco valor e importancia, pero para otros de una calidad y una estima consustancial que permita escalar en su eterno proceso de aprendizaje.